Cuando nació mi primer hijo, me pregunté que le tenía que enseñar de la vida y quise contestarlo con este cuadro. No es San Jorge luchando con el dragón, es el guerrero que se enfrenta a la lucha de la vida, donde no paran de aparecer monstruos que nos quieren devorar, para vencer hace falta del estudio y reflexión (el monje en su estudio) y los sentimientos y el amor (la mujer). Mitad monje, mitad guerrero.
viernes, 6 de marzo de 2009
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