La mujer despierta en el hombre un sinfín de emociones y deseos, a veces el hombre parece un ave de rapiña que se lanza a arrebatar ese tesoro ¿indefenso? que es la mujer. Pero corre el peligro de ahogarse en el mar turbulento de sus propios deseos.
viernes, 6 de marzo de 2009
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